Las pareidolias comenzaron con estas representaciones de cráneos humanos en diferentes vistas construidas a través de flores, frutas, plantas, animales u objetos. Dichos elementos se disponen en el papel de tal manera que todo el conjunto tenga una semejanza reconocible con el sujeto retratado. Es un proceso cercano al contexto de las ilusiones ópticas.
Cada obra está realizada con tinta y plumilla sobre papel Caballo, utilizando la técnica de crosshatching y puntillismo.
La primera fue realizada para una exposición colectiva en The Makers (Madrid) considerada una naturaleza muerta y un apunte anatómico al mismo tiempo. Esto dio pie a tres nuevos cráneos realizados por encargo con la misma técnica y concepto.
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